Era una final histórica de la Copa Libertadores, porque por primera vez se enfrentaban los dos grandes del fútbol argentino: Boca y River, pero luego de un partido de ida que se jugó en La Bombonera sin problemas y donde igualaron 2 a 2, vino la revancha en el Monumental de Núñez y todos sabemos lo que pasó, bochorno total.
Reprogramaciones, suspensiones, nuevo horario, nueva fecha, reclamos, pactos, declaraciones ásperas de las dos partes, que se juega en Paraguay, que se juega en Miami, para finalizar la "novela" jugando en el Santiago Bernabéu de Madrid.
La mayoría de la prensa argentina y también la afición, catalogó y con razón a todo ésto como una vergüenza para el fútbol del vecino país, incluso también desde muchos lados se lanzaron las opiniones que esta final ya no importa mucho, por todo lo feo que se vivió. Pero como tiene que haber un campeón, la Conmebol fijó este partido decisivo para esta tarde a la hora 16.30 de nuestro país.
En caso de haber un ganador por supuesto será el nuevo campeón, si hay empate por cualquier marcador (no se aplica gol doble de visita) habrá un alargue de 30 minutos y de persistir la igualdad se irá a los tiros penales.
En conclusión, termina la novela, o capaz que no, ya que Boca tiene presentado un reclamo al TAS y éste aún tiene que estudiarlo, por lo que River puede salir campeón en la cancha y perder el título días después. Una verdadera vergüenza.
Por otro lado habrá en total más de 4.000 efectivos a cargo de la seguridad, de los cuales más de 2.000 pertenecerán a la Policía Nacional española, a los que apoyará la autoridad local (la Policía Municipal), así como la Guardia Civil en el aeropuerto y la seguridad privada del Santiago Bernabéu.
Este viernes ya era posible ver unidades de subsuelo rastreando el alcantarillado en las zonas cercanas al feudo merengue. Hoy estarán acompañados de unidades de intervención, conocidos popularmente como antidisturbios, caballería, helicópteros, agentes de incógnito, etc.
En el aeropuerto los filtros contra los barra brava siguen dando sus frutos gracias a la colaboración de las autoridades españolas y argentinas. Si el miércoles era uno de los líderes de los radicales de Boca el deportado de vuelta a Buenos Aires, ayer le sucedió lo mismo a otro de River.
“La deportación tiene una regulación jurídica, se puede deportar a los que dicta la ley. En casos como el de Maxi Mazzaro con antecedentes penales se puede deportar, claro”, declaró al respecto José Manuel Rodríguez Uribes, delegado de Gobierno en Madrid.
“Estamos trabajando en la seguridad máxima desde el aeropuerto, las carreteras, estaciones de autobús y metro para detectar a las personas violentas y que tienen antecedentes penales. No sabemos cuántos no tienen entrada. Sabemos que la inmensa mayoría de argentinos viene a disfrutar de la fiesta del fútbol, tenemos que conseguir que la minoría violenta no manche ni perjudique esa fiesta noble del fútbol“, agregó el principal responsable de la seguridad madrileña.
Por primera vez se cortará el tráfico en el Paseo de la Castellana, que se cerrará desde las primeras luces de hoy en un tramo de varios kilómetros, algo nunca visto antes fuese cual fuese el evento en el estadio.